lunes, 7 de noviembre de 2016

Siempre acabo hablando de mis miedos sin quererlo

Tengo miedo a decir que no creo en el amor;
a pensar que mi vida es una puta mierda;
que me digan que soy la persona más negativa que han conocido;
a no saber quién soy realmente;
a mirarme en el espejo y no verme;
a darme cuenta de que estoy cansada;
de tener unos ojos ya sin vida.

Tengo miedo a no ser nadie;
de que me abandonen;
a que las sonrisas sean sustituidas por ganas de huir cuando me ven llorar;
a pensar que soy un caso perdido;
a creerme todo lo que pienso sobre mí;
a fracasar;
a caer;
a no levantarme.

Tengo miedo.
Tengo miedo de los pensamientos que me asaltan.
Eres un monstruo.
Una persona tóxica.
¿Qué sigues haciendo aquí con esa sonrisa en la boca?
¿Crees que mereces esto tras haber hecho tantas cosas mal?
No eres persona.
Húndete, que allí es donde debes de estar.
Llora, llora. Que es lo único que sabes hacer.
Estás sola.

Nadie quiere estar contigo.
Qué puto desastre eres.

Y sí, sigo teniendo miedo
y seguiré siendo las cosas que fui o sigo siendo.
Pero no me merezco esto.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por pasarte por el blog. Me alegra mucho ver que a alguien le gusta lo que escribo, y me dan ganas de seguir haciéndolo. Respecto a las cosas que me comentabas, sí, la nada, el todo y eso son constantes en casi todo lo que escribo, lo fútil de la existencia es algo que siempre me ha llamado la atención y acaba quedándose impregnado en mis escritos. Y no sé, la verdad es que me quedo con una sonrisa en la cara leyendo tus mensajes, gracias de nuevo.

    Respecto a la entrada, siempre hay perspectivas, ¿sabes? Es cierto que cuando uno está de bajón cuesta atinar para ver algo bonito. Es feo no saber quién eres, lo sé muy bien, pero existe algo hermoso en el hecho de tener la oportunidad de encontrarte en cada esquina. A mi también me aterra creerme las cosas que pienso de mí mismo, es por eso que lucho con todas mis fuerzas para creer aquello que las personas que me quieren ven en mí. Es complicado, y no quiero caer en ser condescendiente, ni en clichés, pero aún así, siempre existe ese algo que nos mueve. Aunque no sepamos qué es, ni de donde viene. Seguiremos siendo las cosas que fuimos, pero lo más importante, es que siempre podremos ser algo más.

    Y bueno, si quieres hablar de lo que sea, no tienes nada más que decirlo.

    Un saludo c:

    ResponderEliminar

Que la luna te acompañe.